¿Qué es la Diafreo en grupo?

Desarrollo de una clase de Diafreo


Cada sesión comienza con un momento para observar cómo está el cuerpo cada día,
qué sensaciones físicas se tienen, cansancio, molestias, sensaciones placenteras…
Poco a poco se conecta con la respiración, para darse cuenta de qué manera se respira, dándose pautas que facilitan la libertad y amplitud respiratoria. De esta manera se trabaja en el aporte de energía, se lleva toda la atención al cuerpo y baja la actividad mental, relajando tensiones y calmando estados de estrés y ansiedad.
Manteniendo la atención en la respiración se proponen diferentes automasajes con objetos como pelotas de diferentes tamaños y densidades que se colocan en zonas del cuerpo como la espalda, las nalgas, las piernas…para relajar y ablandar tensiones.
Con cada práctica, se da un tiempo para observar las sensaciones físicas y los cambios que se han logrado.
Con el cuerpo más blando y relajado se realizan posturas en estiramiento global y movilizaciones suaves de articulaciones, trabajando desde la perspectiva de las cadenas musculares de Mezieres, mejorando la elasticidad y la amplitud de movimiento articular.
La Diafreo incorpora el poder observar de qué manera se siente una persona a nivel emocional o que estado de ánimo predomina según que sensación se tenga del cuerpo. Con tensión en la mandíbula por ejemplo, puede que una persona conecte con el enfado; con una sensación placentera de la musculatura más esponjosa, quizás se conecte con la tranquilidad, la alegría…Para ello se proponen también movimientos de descarga con los que se abre la posibilidad de expresar las emociones que hayan podido aparecer relacionadas con el trabajo corporal, vaciando el exceso de carga y tensión debido a retener las diferentes emociones.
Se termina con una relajación y visualización que ayuda a integrar los cambios que se han producido conectando con sensaciones más profundas que relajan a nivel físico, mental y emocional.

La Diafreo es muy beneficiosa y fácil para todo tipo de personas con diferentes edades puesto que se practica a un ritmo suave y lento, no es necesaria una actitud física ni conocimientos previos. Se enfatiza en el practicar desde el sentir, desde la observación con curiosidad, respetando los ritmos y límites de cada persona. Es importante recordar que el cuerpo tiene un ritmo lento y que es un espacio donde alejarse de la exigencia y de la obligación para poder conectarse con el placer y así disfrutar del cuidado del cuerpo. Al mismo tiempo es una práctica con la que en seguida las personas observan mejoría a nivel físico, sintiendo alivio de las molestias, más flexibilidad y ligereza desde las primeras sesiones. Por esto, se recomienda además a personas con problemas como artrosis, hernias discales, lumbalgias, cansancio crónico, fibromialgia…



No hay comentarios:

Publicar un comentario